miércoles, 20 de febrero de 2013

EDELWEISS, Colección Otoño-Invierno de Maya Hansen.

Quien conozca a Maya, sabe que asistir a un desfile suyo, marca un antes y un después. Sabe que va a quedar sorprendido, prendado y cautivado con cada uno de sus diseños. Y sabe que saldrá del desfile contando los días para poder ver la siguiente colección. 

Como decía, quedas cautivado por sus piezas, tanto por su belleza como por sus detalles, su cuidado, su originalidad y aunque no se vean, por las horas de trabajo que se intuyen en cada uno de sus corsés.

Detalles y horas que no sólo se quedan en las prendas, sino que se llevan a la pasarela en forma de música y adornos que combinados magistralmente consiguen trasladarnos a otros lugares y épocas pasadas. Ya lo hizo en la pasada colección, Skully Tullum, llevándonos hasta Méjico y su día de los muertos, y justo hace un año, en febrero de 2012 a la mismísima 5º Avenida de Nueva York en plenos años 50.

Ésta vez, a través de un gran muflón gobernando el centro de la pasarela, adornos modernistas y sinfonías de Hyden y Mozart, la diseñadora nos traslada a los Alpes Austriacos, al ambiente burgués y palaciego del imperio Austro-Húngaro, a los carruajes y a los techos abovedados. Y por ello, su colección no podía llevar mejor nombre que aquel que lleva la flor por excelencia de los Alpes. EDELWEISS

Evoca la época, el lugar y el ambiente a través de los estampados barrocos y religiosos; los terciopelo, el raso, los brocados y polipieles. Destacan los colores duros y profundos; marrones, color tierra, mezclados con negros y dorados en ocasiones. 

Los tejidos, como es habitual en las colecciones de Maya, se ven endurecidos por las entretelas que se aplican para dar mayor volumen. Además volvemos a ver que el corsé deja protagonismo a los corsé-vestido, pantalones pitillo, camisas, vestidos estampados... 





Y no podemos terminar sin antes nombrar las dos colaboraciones y las dos joyas de ésta cuarta colección.



En primer lugar la colaboración del Atelier de Loolah. Compañeras de estudios de Maya, le ayudan en su colección con tejidos de punto y lana, para el desarrollo de unas piezas nunca antes vistas sobre la pasarela de Mayan Hansen, como jerseys de punto y lana sobre las piezas de los corsés.


Y en segundo lugar y no por ello menos importante, tenemos a Úrsula Mascaró, la encargada de alzar a las modelos unos 15 cm más allá del suelo. Úrsula, diseñadora internacional menorquina, ha diseñado los zapatos de ésta colección. Unos tacones espectaculares y altísimos donde no han faltado las botas por encima de la rodilla con lazos dorados a modo de cordones. Y para que os hagáis una idea del prestigio de ésta menorquina, cabe destacar que Penélope Cruz, Paz Vega, Paris Hilton, Kate Middleton, o la princesa Letizia son sólo algunas de las mujeres que eligen sus zapatos para sus mejores galas y ocasiones. 



Y para terminar, dos de las grandes sorpresas y joyas que Maya nos ha mostrado en su colección. 

Un corsé hecho de cristales de Swarovski. El corsé "Edelweiss". Una auténtica joya hecha de miles de cristales y estalactitas que emulan el acabado y la textura del hielo, con más de 150 horas de trabajo manual. Una joya que brilló como la que más sobre la pasarela y nos deslumbró, en todos los sentidos, a todos los asistentes. (A los fotógrafos nos deslumbró más de lo debido... :P )


Y por último, el primero de los corsés, el que abrió la pasarela; El corsé de Madera. Probablemente algo que nunca antes se había visto sobre una pasarela. Y es que como os decía... ir a un desfile de Maya supone  sorpresa y admiración garantizada. 



La idea surge cuando Maya visita el museo de los carruajes del Palacio de Schönbrunn en Viena y diseña un corsé de dos piezas unido por un herraje de bronce. Las dos piezas están talladas por la artista Sandra Krysiak. Como es habitual en los corsés de Maya, se trata de realzar las formas femeninas, el pecho y las caderas con formas exageradas y adaptadas al cuerpo. Se puede distinguir en el tallaje dos carneros, carruajes, elementos que recuerdan a las bóvedas, vegetación Alpina... Una joya que ha costado 
 horas de trabajo para mostrar ese acabado espectacular que vimos en la pasarela y que lució la modelo Carla García Barber. 

Madera, cristales, épocas pasadas, ambientes palaciegos... Maya volvió a soprendernos y en parte, no nos sorprendió que lo hiciera. Ella siempre lo consigue. Ahora sólo queda contar los días para poder ver la siguiente colección. ¿Dónde nos trasladará ésta vez? 


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